¿Qué cambiaría si empezamos por nosotras?
En la maternidad, desde mi punto de vista, a veces nos enfocamos demasiado en buscar soluciones mágicas para el momento, para que nuestros hijos tengan mejor comunicación, para que no tengan rabietas, para que entre hermanos no se peleen, que tengan habilidades para la vida y sean personas felices, y a veces es como buscar soluciones enfocadas en calmar nuestra ansiedad por lo que pueda estar pasando con ellos o gestionar mejor los momentos en casa, pero…
¿Qué es lo que realmente me pasa A MÍ?
Desde mi aprendizaje y experiencia que aún las vivo cada día como madre de dos niños pequeños, estas soluciones están geniales y son necesarias para todos, pero… parece que siempre hay un pero… para mí es empezar la casa por el tejado.
Si sigo arrastrando dolor de mi pasado, si no veo las heridas que aún están desde pequeña, si aún tengo pendiente temas con mis padres, o no puedo aceptar lo que fue, eso se sigue o seguirá manifestando en mí cada día a través de los espejos con mis hijos, y eso, mamis… es triste, pero lo iremos pasando de generación en generación, primero a nuestros hijos.
Sé que hay un miedo muy grande por ir hacia ahí, por entrar en el dolor, o una frase que escucho muy a menudo: “Me da palo contar mi historia”, “el pasado ya está y no se puede cambiar”.
Comparto todo esto, porque te aseguro que sé de primera mano porque lo he vivido, lo que puede impactar en un hijo una mala gestión emocional de unos padres, un no querer mirar hacia dentro, no conocerse o no sacar el dolor.
Por eso mi gran propósito cada día es compartir lo importante que es empezar desde una misma, para no sólo no repetir patrones que no queremos sino para que esa sanación que hacemos en nosotras continúe en nuestros hijos sin dejar huella.
Te mando un abrazo y seguimos compartiendo.
Gracias,